Botox y fillers: ¿cuáles son sus diferencias?

Botox y fillers: ¿cuáles son sus diferencias?

Botox y fillers: ¿cuáles son sus diferencias?

 

 Hablemos de botox y fillers

El botox y los fillers suelen meterse en la misma categoría. Sin embargo, estos tratamientos tienen funciones distintas y resultados únicos. En este blog te explicamos en qué consisten y te ayudamos a descubrir cuál opción podría ser mejor para ti.

 

¿Borrar líneas de expresión y arruguitas que se van acumulando?

Aunque volver a la eterna juventud no es posible, hoy existen muchas opciones dermatológicas que pueden ayudarte a recuperar el brillo de tu piel. Entre ellas, el botox y los fillers [también conocidos como rellenos dérmicos] son de los más populares.
Si bien ambos tratamientos son inyectables y están creados para combatir los signos del envejecimiento, funcionan con principios diferentes y se utilizan para objetivos distintos.
En este blog, te explicamos las diferencias clave entre ellos, para que puedas tomar una decisión informada.

Empecemos por los principios

Sí, tanto el botox como los fillers tienen el objetivo de devolverle a tu piel una apariencia juvenil. Sin embargo, cada uno opera a través de principios fundamentalmente diferentes, lo que les permite interactuar de manera única con tus músculos y tejidos. Estas diferencias en sus ingredientes y funciones hacen que cada tratamiento sea adecuado para abordar distintas preocupaciones relacionadas con el envejecimiento. 

    

 

Botox: un relajante para tus músculos

Desde el momento en que nacemos, nuestros músculos están en constante movimiento. Cada vez que hablamos, comemos, sonreímos, expresamos sorpresa o lloramos, nuestra cara—especialmente en áreas como la frente, los ojos y la boca—se contrae, generando pliegues en la piel. Estas contracciones repetidas son naturales, pero a medida que envejecemos, comienzan a ocurrir cambios significativos en nuestra piel y en los músculos subyacentes.

Contrario a lo que muchos piensan, la aparición de arrugas no es un efecto aislado, sino un proceso relacionado con la pérdida de elasticidad de la piel. Este fenómeno se debe, en gran medida, a la disminución en la producción de colágeno, una proteína esencial que proporciona soporte y firmeza a la piel. Con el tiempo, la falta de colágeno y la reducción de la elasticidad hacen que las contracciones musculares lleven a la formación de arrugas permanentes, que se marcan incluso cuando los músculos están en reposo.

 

               

 

El botox, cuyo nombre técnico es toxina botulínica, actúa precisamente en este contexto directamente en el sistema nervioso. Cuando se inyecta en los músculos, bloquea temporalmente las señales que los nervios envían para provocar contracciones.

En palabras sencillas, hace que tus músculos se relajen. Eso, como consecuencia, ayuda a prevenir que las líneas de expresión se profundicen con el tiempo, pero también a reducir considerablemente la apariencia de las que ya están bien formadas.

 

Fillers: un soporte para tu piel

Con la edad, la piel no solo muestra arrugas por el movimiento muscular, sino que también pierde volumen. Esto es especialmente evidente en las mejillas, el contorno de los labios y alrededor de la nariz. La reducción en la producción de colágeno y elastina contribuye a que la piel pierda firmeza y elasticidad, ¡pero no es la única causa!

La causa más significativa de esta pérdida de volumen es la disminución de la grasa subcutánea, que actúa como un cojín natural para los músculos. A medida que esta grasa se reduce, es común que el rostro se vea más delgado y menos definido, lo que puede dar una apariencia de cansancio y envejecimiento.

 

              

 

Aquí es donde los fillers, o rellenos dérmicos, desempeñan un papel fundamental. Estos tratamientos se inyectan en áreas específicas del rostro para restaurar el volumen perdido y suavizar las líneas de expresión. La mayoría de los fillers contienen ácido hialurónico, una sustancia natural que tiene la capacidad de atraer y retener agua. Esto significa que, además de rellenar arrugas y surcos, también mejoran la hidratación de la piel para devolverle un aspecto más saludable y radiante.

Pero… ¿cuál es mejor?

La cuestión de si el botox es mejor que los fillers (o viceversa) no tiene una respuesta única; depende completamente de las necesidades y objetivos de cada persona. Ambos tratamientos tienen sus propias características y beneficios, lo que significa que la elección debe basarse en entender lo que cada uno te da. Antes de tomar una decisión, es fundamental consultar a un especialista que evalúe tu caso particular. Pero, para que te vayas haciendo una idea, te explicamos cómo podrías beneficiarte de cada uno.

 

Botox en acción

El botox podría ser ideal para ti si lo que buscas es reducir la apariencia de arrugas dinámicas, que son las que aparecen con el movimiento de los músculos, como las líneas de expresión de la frente, alrededor de los ojos y en el entrecejo. Para identificar si podrías necesitarlo, mírate en el espejo y haz varias expresiones faciales, como sonreír, fruncir el ceño o levantar las cejas. Luego, observa las zonas donde se forman líneas marcadas. ¡Ahí es donde podrías considerar su aplicación!

 

            

 

Si todavía no tienes arrugas profundas, pero te gustaría prevenir su aparición, el baby botox podría ayudarte. Este tratamiento, que se ha popularizado mucho en años recientes, utiliza dosis más bajas de botox para lograr un efecto más sutil y natural. Además, el botox tiene aplicaciones más allá de la estética: se utiliza para reducir el sudor excesivo en áreas como las axilas y las manos. Si sufres de hiperhidrosis, el botox podría ser para ti.

 

Fillers en acción

Los fillers podrían ayudarte si has notado que tus mejillas están más planas, el contorno de tus labios ha disminuido o hay surcos marcados alrededor de tu nariz. Al rellenar estos espacios, no solo vas a suavizar las líneas de expresión, sino que también mejorará la hidratación y luminosidad de tu piel. Para identificar si los fillers son adecuados para ti, mírate en el espejo y observa las áreas que se ven más hundidas o dónde la piel ha perdido su firmeza. ¡Ahí es donde los fillers pueden hacer maravillas!

 

              

 

Hablemos de duración

La duración de los efectos de los tratamientos es un factor clave a considerar. En el caso del botox, los resultados suelen ser visibles entre 3 y 6 meses, ya que el efecto de la toxina botulínica se desvanece gradualmente a medida que el cuerpo metaboliza la sustancia. Por su parte, los fillers pueden ofrecer resultados que duran desde 6 meses hasta 2 años, dependiendo del tipo de filler que hayas utilizado. Los fillers de ácido hialurónico, por ejemplo, tienden a durar entre 6 y 12 meses, mientras que otros materiales podrían prolongar su efecto por más tiempo. Ten en cuenta que, independientemente de la opción que elijas, es recomendable programar sesiones periódicas de mantenimiento para conservar los resultados.

 

Hablemos de efectos secundarios 

Como con cualquier tratamiento estético, tanto el botox como los fillers pueden presentar efectos secundarios, aunque por lo general son leves y temporales. Con el botox, es común experimentar hinchazón o moretones en el lugar de la inyección, así como dolores de cabeza ocasionales. En raras ocasiones, algunas personas presentan un efecto de caída en los párpados si el botox se distribuye de forma incorrecta.

 

               

 

Ahora, la pregunta del millón: ¿vas a perder la movilidad por completo si usas botox? ¡No! Es un mito que el botox inmoviliza. Este tratamiento simplemente reduce la actividad en los músculos que provocan arrugas, sin impedir que puedas hacer tus expresiones naturales. No te preocupes, podrás seguir sonriendo, levantando las cejas y frunciendo el ceño. La idea es suavizar las líneas, no congelarte. Todo dependerá de una aplicación precisa, realizada por profesionales que sepan exactamente dónde inyectar para lograr un equilibrio natural sin sacrificar tu expresividad.

 

En cuanto a los efectos secundarios de los fillers, algunas personas también podrían experimentar hinchazón, enrojecimiento o moretones en el área tratada. En casos muy raros, puede haber reacciones alérgicas o bultos que podrían requerir un tratamiento adicional. Por eso, siempre es fundamental consultar con tu especialista para asegurarte de que entiendes los posibles riesgos.

 

Hablemos de costos

El costo de los tratamientos puede variar considerablemente dependiendo de factores como la ubicación, la experiencia del profesional y la cantidad de producto utilizado. Lo que sí es cierto es que, por lo general, el botox es más asequible por sesión. Es importante que tengas en cuenta que el producto utilizado se calcula en unidades para el botox y en jeringas para los fillers. Te explicamos cómo funciona esto:

 

Botox

 

Se mide en unidades, que indican la cantidad necesaria para bloquear temporalmente el movimiento de los músculos en un área pequeña. Para tratar arrugas en la frente, por ejemplo, se podrían necesitar entre 10 y 30 unidades por área, dependiendo del músculo y el resultado deseado.

 

Fillers


Se miden en jeringas, y cada jeringa contiene generalmente 1ml de producto. Al igual que con el botox, la cantidad de jeringas que puedas necesitar varía según la zona a tratar y el volumen que deseas restaurar. Podrías usar de una a tres jeringas en áreas como los labios o las mejillas, dependiendo de tus necesidades estéticas.

Con este método de medición, el costo final de tu tratamiento dependerá de cuántas unidades o jeringas sean necesarias para lograr el resultado que buscas. 

                           

 

En pocas palabras…

Botox

Fillers

Composición

Toxina botulínica

Ácido hialurónico, poliláctico, entre otros

Objetivo

Relajar músculos para suavizar arrugas

Rellenar y restaurar volumen en la piel

Duración del efecto

3 a 6 meses

6 a 18 meses, dependiendo del tipo de filler

Áreas de aplicación

Frente, entrecejo, patas de gallo

Mejillas, labios, líneas nasolabiales

Procedimiento

Inyección en músculos específicos

Inyección en áreas con pérdida de volumen

Tiempo de tratamiento

10 a 30 minutos

15 a 60 minutos

Recuperación

No requiere tiempo de inactividad

Puede haber hinchazón o moretones temporales

Efectos secundarios

Dolor leve, hinchazón, caída temporal de párpados

Hinchazón, moretones, reacciones alérgicas

Costo promedio

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Resultado

Mejora visible en arrugas dinámicas

Mejora inmediata en volumen y contorno facial

 

Tanto el botox como los fillers son aliados poderosos para darle un refresh a tu piel y combatir los signos del envejecimiento, pero cada uno tiene su encanto. Al final, la mejor opción dependerá de lo que busques, cuánto tiempo quieras que dure el resultado, tu presupuesto y cómo te sientas respecto a los posibles efectos secundarios.

¿Nuestro consejo? ¡Agenda tu cita en The Skin Clinic! Obtén una evaluación personalizada que te ayude a encontrar el tratamiento perfecto para ti, con la tranquilidad de estar en manos expertas que se asegurarán de que todo salga impecable.

 

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